El almacenamiento de nuestras criptomonedas es un aspecto fundamental que todo inversor debe tener en cuenta. Las billeteras frías o cold wallets nos permiten tener una mayor tranquilidad en cuanto a la seguridad de nuestros fondos.
¿Qué es una cold wallet?
Antes de adentrarnos en las billeteras frías es importante aclarar qué es una billetera. Las billeteras de criptomonedas nos permiten gestionar nuestros activos. El término gestión abarca tanto al almacenamiento como la compra, venta y cualquier otro tipo de transacción que se desee ejecutar dentro de la cadena de bloques.
Cada una de estas billeteras contiene dos tipos de llaves, la pública y la privada, tanto una como otra son únicas por cada usuario y es a través de estas que se otorga el acceso a las criptomonedas que se encuentran dentro de la blockchain.
Es importante remarcar esto último, ya que este tipo de activos funcionan basándose en la criptografía y las monedas en sí no se almacenan dentro de ninguna billetera, sino que se encuentran siempre dentro de la cadena de bloques. Es a través de las llaves que los usuarios obtienen la propiedad y el derecho a uso sobre las mismas.
Llave pública
Cuando hacemos referencia a las llaves públicas estamos hablando de una combinación alfanumérica que puede ser compartida libremente, ya que es la forma en que nuestra billetera puede ser identificada. Es lo más parecido al “número de cuenta” de un banco.
Para poder hacer transferencias siempre se necesitará la llave pública de destino, también conocida como dirección o address. Compartirla no nos causará ningún daño ni pondrá en peligro la seguridad de nuestros activos.
Llave privada
A diferencia de la pública, si exponemos nuestra llave privada ponemos en riesgo nuestros fondos. A través de esta podemos realizar transacciones en carácter de titular y nos permite demostrar la propiedad de los activos vinculados a la misma.
Por estos motivos es de suma importancia nunca compartir la llave privada y guardarla de forma segura, idealmente, fuera de línea.
Características de las billeteras frías
La principal característica de este tipo de billeteras es que el almacenamiento de las llaves privadas se realiza fuera de la red, es decir, sin conexión a internet. Al no mantener conexión a internet, se necesita algún soporte físico para acceder a ellas, ya sea un ordenador, un USB o un código QR.
Además, por esta misma característica, no están expuestas a sufrir ataques de hackeo o robo de claves como puede pasar en las billeteras calientes, las cuales precisan de la conexión constante a internet para funcionar.
Tipos de billeteras frías
Hay varios tipos de cold wallets aunque las más conocidas son las denominadas de hardware. Las billeteras hardware vienen en formato de USB y generalmente, aunque no siempre, cuentan con una pequeña pantalla que permite al usuario interactuar con ella.
Una vez configurada, esta billetera solicitará aprobación de las transacciones a través del dispositivo físico como, por ejemplo, presionando un botón de este. La barrera física aumenta la seguridad dado que, sin tal aprobación, las transacciones no pueden ejecutarse. Dentro de las más conocidas podemos destacar a ledger, trezor y safepal.
Pero existen otros tipos de billeteras frías como pueden ser las billeteras software o las billeteras de papel, aunque su uso no sea tan popular como las mencionadas en un primer momento.
Una billetera software es un programa que puede instalarse en la computadora y la llave privada se almacena dentro de la misma aplicación, también sin necesidad de conexión a internet. Dentro de las más destacadas encontramos a Exodus, Electrum o Atomic Wallet.
El problema que existe en este tipo de wallets es que ante el robo o hackeo del ordenador podrían acceder a los fondos. Es importante remarcar que también se cuenta con una contraseña de acceso, pero evidentemente esta es más vulnerable que una billetera física. De todas formas, es mejor alternativa que una billetera caliente.
Por otro lado, existen las billeteras de papel que consisten en una cartera impresa en donde se contiene tanto la clave pública como privada. En el comienzo de las criptomonedas fueron muy populares, ya que ofrecían seguridad fuera de línea que no existía hasta entonces.
La forma de crearla es accediendo a un generador de paper wallet y una vez generada se selecciona la opción de imprimir, en ocasiones también pueden indicar un código QR. La alternativa de “papel” puede ser trasladada a otros materiales como, por ejemplo, placas de metal que garantizan una mayor duración y son menos propensas al deterioro.
Consejos para utilizar una hardware wallet
Al ser de las billeteras más populares vamos a compartir algunos consejos acerca del uso de este tipo de cold wallets.
En primer lugar, es de mucha importancia comprar los dispositivos físicos en tiendas oficiales. De esta manera se reduce el riesgo de hackeos, robos o estafas. En caso de estar interesado en alguna de estas billeteras puedes acceder a la tienda de Trezor haciendo click aquí o a la de Ledger haciendo click aquí.
El respaldo de la frase semilla o frase de recuperación también juega un papel fundamental. Siempre debe guardarse dicho respaldo de manera segura e idealmente en papel o cualquier otro soporte que se encuentre fuera de línea y fuera del ordenador. Esto se debe, ya que en caso de pérdida del dispositivo físico se puede realizar la compra de un nuevo dispositivo y restaurando la cuenta a partir de la frase de recuperación se podría acceder nuevamente a los fondos.
Por último, para aquellos que se encuentren en un nivel más avanzado y también exploren el ecosistema DeFi deben procurar ser precavidos a la hora de conectar las billeteras frías a diferentes plataformas y contratos inteligentes. Lo ideal en estos casos es destinar el uso de la billetera fría para interactuar con aquellas plataformas que sean más conocidas y tengan menos exposición a vulnerabilidades.
Así como el mundo de las criptomonedas es infinito y muy diverso, también lo es el mundo de las wallets. Una buena práctica es definir cuál es el uso que se desea otorgarle a cada uno de nuestros activos y con base en esto realizar la selección de la billetera que se adecue mejor a cada uno de esos usos.